Desde que a mediados del año pasado se hablaba de los valores más bajos, los costos no han dejado de aumentar; sin embargo en comparación con años anteriores siguen siendo ventajosos.
De a poco se licua la oportunidad que generó la devaluación en el costo de construir en dólares. En los últimos siete meses el costo trepó un 68% en dólares según un informe de Reporte Inmobiliario, un índice que elabora desde 2010. En el contexto de una inflación que se mantiene alta y una cotización del dólar que sigue planchada, los valores históricamente bajos del año pasado se licúan con un ritmo cada vez más acelerado.
Sin embargo, el aumento en el costo de construcción, si bien pronunciado, es aún muy bajo cuando se lo compara con los números de, por ejemplo, noviembre de 2017. En ese momento, construir una casa de 305 m² con buenas terminaciones salía unos US$578.370. Hoy, son US$420.725 a cotización blue, (o casi $60 millones). Es decir, el ahorro con respecto a fines del 2017 es de casi US$160.000. Si el cálculo es por metro cuadrado, el costo actual ronda los US$1335, frente a topes que alcanzaron los US$1830 en 2017.
La baja persistente e histórica que tuvo lugar con la explosión de la pandemia, a partir de abril del año pasado, había generado un boom inédito en la compra de lotes. El furor por la demanda de terrenos escasos generó que, alrededor de septiembre, se concretaran operaciones en las que se pagaban hasta US$1000 por el metro cuadrado de un terreno. Hoy, con el costo de construcción volviendo a trepar, esa demanda podría mermar considerablemente. “Esta ventana de oportunidad se está licuando más rápido de lo previsto debido a un dólar planchado, por materiales y mano de obra que aumentan mes a mes, y porque se observan faltantes en muchos insumos”, dice Jose Rozados, director de Reporte Inmobiliario.
Entre un costo de construcción que trepa y la recesión económica que persiste, la preocupación en el sector es considerable. Los precios, que venían de un pozo histórico, y por lo tanto todavía se mantienen por debajo de los niveles prepandémicos, no son representativos del nivel de actividad. Y probablemente sigan trepando. “De persistir la aceleración de precios y la relativa estabilidad del tipo de cambio, en poco tiempo estaríamos nuevamente en valores máximos para construir un metro cuadrado, como se pudieron ver en 2016 y 2017″, dice Rozados.
Una de las apuestas para revitalizar la construcción es el blanqueo de capitales, que ayer fue reglamentado por el Poder Ejecutivo. La medida introduce la posibilidad de sincerar fondos, a un tipo de cambio favorable, con la condición de invertirlos en obras nuevas o con un avance de obra de hasta 50%. Además, ofrece considerables beneficios impositivos para todo aquel que invierta dinero, blanqueado o no, en el rubro de la construcción.